A lo largo de mi experiencia como médico y oftalmólogo, he comprobado que los voluntariados son elementales para el desarrollo de actividades con un componente social importantísimo como es la medicina. Constituyen una de esas experiencias inolvidables que permiten recordar los motivos por los cuales uno se acercó a la profesión, como es, por ejemplo, el hecho de poder ayudar a otros.
Inicié este camino como voluntario desempeñándome durante tres años en la Guardia de Emergencia del Hospital del Centenario. Más adelante, mientras desarrollaba mi residencia de Medicina Familiar, participé en los programas para combatir el Mal de Chagas y para ampliar las inmunizaciones, en las zonas más desfavorecidas de la provincia de Salta.
Luego de graduarme como oftalmólogo, colaboré como cirujano voluntario para el Club de Leones y Rotary Club, realizando numerosos programas de erradicación de ceguera por cataratas y miles de cirugías para personas ciegas sin recursos. Cabe destacar que estos programas permanecen vigentes hasta la fecha.
A través de la Fundación Fred Hollow de Australia, viajé como cirujano voluntario a Katmandu, Nepal, donde participé de campamentos quirúrgicos en zonas remotas en el Himalaya de Nepal e India. Desde ese entonces, integro el plantel de voluntarios del Himalaya Cataract Project, uno de los programas de erradicación de ceguera más importantes del mundo con sedes en varios países de Asia y África.
En la actualidad, formo parte del equipo de oftalmólogos voluntarios en todas las campañas nacionales de prevención de ceguera por retinopatía diabética y glaucoma del Consejo Argentino de Oftalmología, además de ser coordinador de la Sede CEMAR Rosario para tales iniciativas.
A través de la donación de Fundación Rotaria Internacional y clubes locales, llevamos adelante actividades en Prevención de Ceguera por Retinopatía Diabética, mediante módulos de educación y promoción, detección precoz y tratamiento laser de dicha entidad.